En la actualidad, los aviones vienen de fábrica equipados equipados con unos sistemas de protección que consiguen que los rayos se desplacen por el fuselaje de la aeronave sin afectar al interior de la cabina.
El material con el que está construido el avión es uno de los factores que posibilita este fenómeno. El aluminio es el material con el que esta en su mayoría hecho el cuerpo del avión, un metal que es de los mejores conductores de la electricidad, de modo que el rayo recorre el fuselaje rápidamente por el exterior, sin afectar para nada el interior de la cabina. La clave está en que el rayo no se encuentre con ningún elemento que le impida circular a lo largo del fuselaje del avión.
Este fenómeno está basado en la conocida "Jaula de Faraday". Esta es un efecto por el cual el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio es nulo, de forma que se anula el efecto de los campos externos. Esto se debe a que el conductor se polariza cuando está sujeto a un campo electromagnético externo, de forma que queda cargado positivamente en la dirección en que va el campo electromagnético, y cargado negativamente en el sentido contrario. Al haberse polarizado, el conductor genera un campo eléctrico igual en magnitud pero opuesto en sentido al campo electromagnético, de forma que la suma de ambos campos dentro del conductor será igual a 0.
Además de esto y para mayor seguridad, todos los aviones llevan sistemas de protección de los circuitos eléctricos de las sobrecargas y un especialmente cuidadoso sellado de los tanques de almacenamiento para evitar la posibilidad de incendio por alguna chispa.
Aquí os dejamos este video captado en el momento exacto:
El material con el que está construido el avión es uno de los factores que posibilita este fenómeno. El aluminio es el material con el que esta en su mayoría hecho el cuerpo del avión, un metal que es de los mejores conductores de la electricidad, de modo que el rayo recorre el fuselaje rápidamente por el exterior, sin afectar para nada el interior de la cabina. La clave está en que el rayo no se encuentre con ningún elemento que le impida circular a lo largo del fuselaje del avión.
Este fenómeno está basado en la conocida "Jaula de Faraday". Esta es un efecto por el cual el campo electromagnético en el interior de un conductor en equilibrio es nulo, de forma que se anula el efecto de los campos externos. Esto se debe a que el conductor se polariza cuando está sujeto a un campo electromagnético externo, de forma que queda cargado positivamente en la dirección en que va el campo electromagnético, y cargado negativamente en el sentido contrario. Al haberse polarizado, el conductor genera un campo eléctrico igual en magnitud pero opuesto en sentido al campo electromagnético, de forma que la suma de ambos campos dentro del conductor será igual a 0.
Además de esto y para mayor seguridad, todos los aviones llevan sistemas de protección de los circuitos eléctricos de las sobrecargas y un especialmente cuidadoso sellado de los tanques de almacenamiento para evitar la posibilidad de incendio por alguna chispa.
Aquí os dejamos este video captado en el momento exacto: